Tuna tartare with avocado calories
La tuna universitaria es una antigua tradición que surgió en España, principalmente en Salamanca, y posteriormente gracias a su carácter viajero, se extendió a tuna tartare with avocado calories partes de Europa, como Portugal y Holanda, y en América en países como México, Guatemala, Colombia, Perú, Chile o Argentina, etcétera. Según esta teoría, Tunos serían los trabajadores estacionales que se desplazaban hacia el sur de España buscando trabajo, siendo este proporcionado por la temporada del atún del Mediterráneo.
Estos trabajadores de temporada pudieron haber inspirado a los estudiantes a llevar una vida errante. Esta teoría se apoya en el carácter mendicante de los sopistas, estudiantes, no necesariamente pobres, que tras dilapidar sus mesadas, sobrevivían a expensas de la sopa boba, distribuida gratuitamente en ese tipo de albergues conventuales, de modo que —he aquí la conexión—, debieron de llamarles tunos. Tuna portuguesa en las calles de Lisboa. De ahí que esa actividad se designe con un verbo específico: tunar, o “correr la tuna.
Calderón de la Barca, estrenada en 1672. Alfonso X el Sabio se refirió a los tunos como juglares, en su Código de las Siete Partidas al escribir: Esos escolares que trovan y tañen instrumentos para haber mantenencia. El Arcipreste de Hita, en El Libro de buen amor, subraya su carácter mendicante. La tuna en sus orígenes aglutinaba a aquellos estudiantes que por su condición económica no podían costearse su estancia en la universidad, y trovaban por las fondas y mesones para conseguir algo de dinero y un plato de sopa con los que mantenerse. Para tales menesteres portaban guitarras y bandurrias, y cantaban coplas populares. También se servían de sus habilidades musicales para enamorar a las doncellas que pretendían. No puede hablarse de tunos, hasta 1538, año en que los sopistas se acogieron a las viviendas benéficas que les ofrecía la Instrucción para bachilleres de pupilos.
A partir de ese momento, comenzaron a cantar sin que en ello les fuera la supervivencia. Lo cuenta el Guzmán de Alfarache, haciendo hincapié en el estatus de estudiante rico que así alcanzaron los otrora sopistas. A imagen de estas estudiantinas, se recrean en las universidades españolas las primeras tunas como las vemos hoy, que evocan las otrora comparsas de estudiantes que con sotana y manteo raído recorrían ciudades y campos, pero ahora con el traje y formato musical de la estudiantina, multiplicándose sus tradicionales galanteos y rondas nocturnas. Actualmente el asociacionismo en la universidad se ha diversificado en extremo, lo que ha hecho que las asociaciones de más tradición como el coro, la tuna y el teatro universitario pierdan estudiantes, foco y respaldo en favor de otras más recientes como las de cooperación internacional, cinefórum y juegos rol. Pese a la antigüedad de la institución o, quizá, debido a ella, la tuna despierta en la actualidad opiniones encontradas. Partidarios y detractores esgrimen distintos argumentos a favor y en contra de su existencia.