Mamas and beer
Ir a la navegación Ir a la búsqueda No debe confundirse con Mamá. Morfología de los senos con la areola y pezón. En la anatomía humana, las mamas mamas and beer desarrollan en un par, correlativas al área antes descrita para el ser humano, mientras que en otros mamíferos se dobla el número en la región descrita anteriormente.
Los mamíferos machos también poseen mamas, aunque estas no están completamente desarrolladas. Sí suelen desarrollarse, sin embargo, como consecuencia de distintas enfermedades congénitas, como el seudohermafroditismo. Cada mama, cuyo aspecto exterior es una prominencia de tamaño y turgencia variables, posee ciertas estructuras tanto externas como internas, comenzando por las del exterior en donde se puede visualizar el pezón y la areola. Estas glándulas drenan en el pezón por medio de ductos, cada uno de los cuales tiene su propia apertura o poro. La intrincada red formada por los ductos se ordena de forma radial y converge en el pezón. Sin embargo, los ductos más próximos a este no actúan como reservorios de leche. Los galactóforos son dilataciones ductales a modo de reservorios situados inmediatamente por detrás del pezón, formados por un epitelio escamoso no querantinizado.
En la base del conjunto areola-pezón se localizan las células mioepiteliales, con la particularidad de que son capaces de contraerse a la manera de las musculares lisas. El resto viaja a los ganglios paraesternales, a la mama del lado opuesto y finalmente hasta los ganglios linfáticos abdominales. El drenaje linfático de las mamas drena en los ganglios linfáticos de la axila. Las mamas varían en tamaño y forma. Su apariencia externa no predice su anatomía interna o su potencial de lactancia. La ubicación del pezón en relación con el pliegue inframamario define el término ptosis, en el cual la mama cuelga de tal manera sobre el pecho que el pezón sobrepasa el pliegue inframamario.
Las mamas se ubican sobre el músculo pectoral mayor y por lo general se extienden verticalmente desde el nivel de la segunda costilla, hasta la sexta o séptima. En sentido horizontal, se extiende desde el borde del hueso esternón hasta una línea media, imaginaria, de la axila. A nivel del extremo anterior más distal del tórax, a la altura del tercer espacio intercostal, la piel se especializa para formar la areola y el pezón. Una delgada capa de tejido mamario se extiende desde la clavícula por arriba, hasta la séptima u octava costilla por abajo y desde la línea media hasta el borde del músculo dorsal ancho.
La inervación de las mamas es dada por estímulos de ramas anteriores y laterales de los nervios intercostales cuatro a seis, provenientes de los nervios espinales. El desarrollo mamario durante la pubertad obedece al estímulo de hormonas ováricas, principalmente estrógeno y progesterona. Estas hormonas impulsan el desarrollo de características femeninas, produciendo el mismo efecto en hombres con desequilibrios hormonales o en aquellos que desean modificar su identidad sexual. El desarrollo de las mamas es uno de los signos de la madurez sexual femenina. La mama experimenta cambios a lo largo del desarrollo del individuo. Salvo casos particulares, más o menos patológicos, la mama del varón se atrofia por completo, si bien el conjunto areola-pezón nunca desaparece y conserva siempre su sensibilidad particular y la capacidad de fruncimiento de la areola y de erección del pezón ante los estímulos.
El desarrollo de verdaderas mamas en los hombres, compuestas por glándulas y demás estructuras, se denomina ginecomastia. Los varones obesos también suelen desarrollar una pseudoginecomastia, pero sin los componentes anatómicos femeninos. En casos aislados existen personas con más de dos glándulas, lo que se conoce como polimastia. En los individuos de corta edad, en condiciones normales, la mama permanece en un estado embrionario y no se desarrolla hasta la pubertad. El desarrollo del tejido adiposo y conectivo aumenta bajo la influencia de otras hormonas como la progesterona, prolactina, corticoides y hormona del crecimiento.