Gravy pizza
La salsa gravy o “el gravy” me traslada a muchas comidas de domingo y ocasiones especiales con mi familia política. En el Reino Unido y otros países anglosajones es muy común preparar un asado de carne y aprovechar sus jugos y gravy pizza trocitos que quedan adheridos a la bandeja del horno para prepararla. En mi memoria está grabada la imagen de mi suegra desglasando la bandeja del asado con un poco de vino y caldo para después espesar el conjunto con un poco de almidón de maíz y condimentar al gusto.
Dando como resultado una de las salsas más sabrosas del planeta, ideal para acompañar todo tipo de carnes. Afortunadamente, también podemos elaborar la salsa gravy en casa sin necesidad de asar una pieza de carne, que es como os lo vamos a explicar. De forma fácil y rápida, ideal para solucionar la papeleta sin apenas despeinarse. Introducimos la mantequilla y el aceite en un cacito y lo calentamos a fuego suave hasta que adquiera un color tostado y dorado.
Este punto es importante para que la salsa adquiera su color característico. A continuación agregamos la harina, removemos para integrar y la cocemos durante un par de minutos. Con ello también tostamos la harina y potenciamos el color y el sabor de nuestra salsa gravy. A continuación incorporamos el caldo poco a poco mientras seguimos removiendo, evitando que se formen grumos. Cocemos a fuego suave durante 10 minutos hasta que espese.
Dependiendo de la consistencia que le queramos dar, podemos añadir más caldo. Probamos el punto de sabor y condimentamos la salsa gravy al gusto. Queda también muy sabrosa si añadimos una rama de romero u otras hierbas frescas al tiempo que el caldo, retirándolas al final. Con qué acompañar la salsa gravy Tal y como explicamos en la introducción, la salsa gravy es perfecta para acompañar todo tipo de carnes. Lo mismo da cómo estén cocinadas: asadas, a la parrilla, al vapor,con esta salsa se elevan a otras esferas.
Preparad mucho pan porque lo vais a necesitar. Inicia sesión en el sitio con tu nombre de usuario o correo electrónico para continuar. Este artículo fue coescrito por Ollie George Cigliano. Ollie George Cigliano es chef privada, instructora alimenticia y propietaria de Ollie George Cooks en Long Beach, California.
Con más de 20 años de experiencia, se especializa en utilizar ingredientes frescos y divertidos, y en combinar técnicas de cocina tradicionales e innovadoras. Este artículo ha sido visto 151 684 veces. Si tienes un asado en el horno, puedes hacer un delicioso gravy con el jugo que suelte. Puedes preparar un gravy con un poco de crema y caldo fácilmente.
También te daremos una receta para preparar rápidamente uno. Con estas tres recetas en tu repertorio, nunca faltará gravy en tu casa. Calienta 1 taza de caldo en una olla a fuego medio. Puede ser de pollo, carne y vegetales. Ya que esta receta solo es para 2 a 4 porciones, no necesitas una olla muy grande. Make Gravy Step 2 Version 3. Echa 2 cucharadas de mantequilla y de harina en un tazón pequeño y añade la crema.
Si la mantequilla se fragmenta, deja que repose un poco, porque estará muy fría. Cocina el caldo a fuego lento y regresa en unos 5 o 10 minutos. Make Gravy Step 3 Version 3. Añade la pasta de harina y mantequilla al caldo, batiendo vigorosamente. Al principio parecerá como si solo fuera mantequilla y la harina, es decir, con trozos de grasa y nada atractivo. Pero lentamente se convertirá en pasta y se combinará con el caldo, espesándolo lentamente. Sigue batiendo durante el resto de esta receta.
Así, el aire fluirá y espesará el gravy más rápido. Make Gravy Step 4 Version 3. Bájale a la estufa y espera a que se espese. Si el gravy está muy caliente, empezará a hervir.